Como meditar






Voy a ayudar a usted a aprender a meditar. Cuando aprenda a hacerlo, se encontrará a un nivel mental en el que será capaz de dar a su mente una nueva dinámica para resolver problemas. Mas por el momento vamos a concentrarnos tan solo en la meditación; la resolución de problemas vendrá más tarde.

Voy a usar un método ligeramente diferente y un tanto más lento que el que usamos en las clases de Control Mental, en virtud de que usted estará aprendiendo sin contar con un guía experimentado. No tendrá dificultades para ello.

Si solamente aprende a meditar y se detiene allí, de todas maneras  estará resolviendo  problemas. Algo hermoso sucede en la meditación, y la belleza que se percibe es tranquilizadora. Mientras   más   medite,   mientras  más   profundamente   penetre dentro de sí mismo, más firme será su dominio de una clase de paz interior hasta tal punto firme que nada en el mundo logrará quebrantarla.)

También su cuerpo se beneficiará. Al principio se percatará usted de que las preocupaciones y los sentimientos de culpabi­lidad desaparecen mientras usted medita. Una de las bellezas de la meditación a nivel Alfa radica en que usted no puede guardar sentimientos de culpabilidad y enojo. Si estos senti­mientos interfieren, usted simplemente se saldrá del nivel me­ditativo. Conforme pase el tiempo, estas interrupciones serán más espaciadas, hasta que un día desaparecerán por completo. Esto significa que aquellas actividades de la mente que enfer­man a nuestro cuerpo se neutralizarán. El cuerpo está diseñado para ser saludable. Cuenta con sus propios mecanismos curativos. Pero estos mecanismos son anulados en las mentes que no han aprendido a controlarse a sí mismas. La meditación constituye el primer paso en Control Mental: por sí misma con­tribuirá en gran medida a liberar los poderes curativos del cuerpo y a devolverle la energía que anteriormente malgastó en tensiones.

Aquí tiene todo lo que necesita hacer para alcanzar el ni­vel Alfa, o nivel meditativo, de la mente:

Cuando se despierte por la mañana, vaya al baño si es ne­cesario, y después regrese a la cama. Ponga su reloj desperta­dor para que suene quince minutos más tarde en caso de que se quede dormido durante el ejercicio. Cierre los ojos y diríjalos hacia arriba, detrás de los párpados en un ángulo de 20 grados. Por razones que todavía no se comprenden cabalmente, tan solo esta posición de los ojos basta para inducir al cerebro a producir el nivel Alfa.

Ahora, lentamente, a intervalos de dos segundos aproximada­mente, cuente en forma regresiva del cien al uno. Al hacerlo, concentre su mente en esto, y se encontrará a nivel Alfa en el primer intento.

En las clases de Control Mental los alumnos manifiestan una variedad de reacciones ante su primera experiencia, y estas van desde "¡Fue algo muy hermoso!" hasta "No sentí absolutamente nada." La diferencia radica no tanto en lo que les su­cedió sino en lo familiarizados que estaban con este nivel de la mente anteriormente. Este nivel es más o menos conocido para todos. La razón es que cuando despertamos por la mañana, con frecuencia estamos a nivel Alfa durante un tiempo. Para pasar de Theta, nivel del sueño, a Beta, el nivel de la vigilia, es preciso pasar por Alfa, y con frecuencia nos detene­mos ahí durante la rutina que seguimos al despertar por la mañana.

Si usted siente que no sucedió nada durante este primer ejercicio, sencillamente significa que ha estado a nivel Alfa muchas veces antes sin estar particularmente consciente de ello. En ese caso simplemente relájese, no lo ponga en duda y apéguese a los ejercicios.

A pesar del hecho de que, si se concentra, se encontrara a nivel Alfa en el primer intento, todavía necesitará siete sema­nas de práctica para entrar a niveles más profundos de .Alfa, y para pasar después a Theta. Use el método de contar de 100 al uno a lo largo de diez mañanas,. Después cuente únicamente del cincuenta al uno, luego veinticinco al uno, después del 10 al uno y finalmente del cinco al uno diez mañanas en cada caso.

Desde la primera ocasión en la que entre a nivel Alfa, use tan solo un método para salir de él. Esto le proporcionará un mayor grado de control para evitar una salida espontánea.


El método que empleamos en Control Mental consiste en decir mentalmente: "Saldré lentamente mientras cuento del uno al cinco, y me sentiré completamente despierto y mejor que antes. Uno ... dos ... prepárate para abrir los ojos ... tres ... cuatro ... cinco ... ojos abiertos, completamente despierto y sintiéndome mejor que antes."

Así pues, usted establecerá dos rutinas, una para entrar a nivel y la otra para salir de él. Si modifica la rutina, tendrá que aprender a establecer una nueva versión, de la misma ma­nera que aprendió a usar la primera. Esto constituye un traba­jo inútil.

Una vez que haya aprendido a alcanzar su nivel con el método de contar al cinco del uno por la mañana, estará preparado para entrar a nivel en cualquier momento del día, a la hora que usted elija. Lo único que necesita es disponer de diez o quince minutos libres. Necesitará un poco más de entrenamiento adicional, en virtud de que estará entrando a nivel desde Beta, en lugar de estar en el nivel ligero de Alfa que hay al despertar.

Siéntese en una silla confortable o en una cama con los pies descansando en el piso. Deje que sus manos caigan sobre su re­gazo. Si lo prefiere, siéntese con las piernas cruzadas, en la posición de la flor de loto. Mantenga su cabeza, bien erguida, no hundida. Ahora concéntrese primero en una parte del cuer­po, y después en otra, para relajarla en forma consciente. Em­piece con el pie izquierdo, después la pierna izquierda, después el pie derecho, y así sucesivamente, hasta que llegue a la gar­ganta, el rostro, los ojos y finalmente el cuero cabelludo. La primera vez que lleve esto al cabo se sorprenderá de lo tenso que estaba su cuerpo. Ahora elija un punto localizado a 45 grados aproximada­mente, arriba del nivel de los ojos, en el techo o en la pared que quede frente a usted. Fije la vista en este punto hasta que sus párpados empiecen a sentirse un poco pesados, y .deje que se cierren. Empiece su cuenta regresiva del cincuenta al uno. Haga esto a lo largo de diez días, después cuente del diez al uno durante otros diez días, después cuente del cinco al uno de ahí en adelante. Como ya no estará limitado a las mañanas para llevar al cabo esta práctica, establezca una rutina para meditar dos o tres veces al día, y dedique aproximadamente quince minutos a cada sesión. " Una vez que llega a su nivel, ¿cuál es el siguiente paso?

Desde el principio, a partir del primer momento en el que alcance su nivel meditativo, practique la visualización. Esto es de suma importancia en Control Mental. Mientras mejor apren­da a visualizar, más poderosa será su experiencia con Control Mental.

El primer paso consiste en crear un elemento para la visua­lización,   una   pantalla  mental. Debe ser como una pantalla de cine de gran tamaño, pero no es conveniente que llene por completo su campo de visión mental. No la imagine detrás de sus párpados, sino frente a usted, a un distancia aproximada de dos metros. Sobre esta pantalla proyectará cualquier cosa en la cual decida concentrarse. Más tarde habrá otros usos para ella.

Una vez que haya construido esta pantalla en su mente, proyecte en ella algo familiar y sencillo, como una naranja o una manzana. Cada vez que entre a nivel, sostenga tan solo a una imagen; la puede cambiar en la siguiente ocasión. Concéntrese en hacerla cada vez más real, en tres dimensiones, a todo color, con todos sus detalles. No piense en nada más.

Se ha dicho que el cerebro es como un vehículo sin con­trol; se bandea sin rumbo de una cosa a otra. Es sorprendente observar cuan poco dominio tenemos sobre nuestro cerebro, a pesar del espléndido trabajo que en ocasiones nos rinde. No obstante, otras veces nos vuelve la espalda, produciendo a traición un dolor de cabeza, o bien una urticaria y hasta una úlcera. Este cerebro nuestro es muy poderoso, demasiado pode­roso para dejarlo sin control.) Pero una vez que hayamos apren­dido a usar nuestra mente para entrenarlo, hará por nosotros algunas cosas sorprendentes, como pronto lo veremos.

Entretanto, tenga paciencia con este sencillo ejercicio. Me­diante el uso de su mente, entrene a su cerebro para entrar tranquilamente a nivel Alfa y para concentrarse exclusivamen­te en una imagen sencilla en forma cada vez más vívida En un principio, (cuando interfieran otros pensamientos, mués­trese indulgente pero lentamente, haga que se aparten en for­ma paulatina y regrese al centro al único objeto que le debe interesar. El irritarse o ponerse tenso lo sacará del nivel Alfa.

Esta es la meditación como se practica generalmente por todo el mundo. Si usted lleva al cabo esto y nada más, expe­rimentará lo que William Wordsworth llamó: "Una dichosa tranquilidad de la mente", y una paz interior aún más pro­funda y duradera. Esto vendrá como una experiencia emocio­nante conforme usted alcance niveles mentales más profundos; después se acostumbrará a ello y la emoción pasará. Cuando esto sucede algunas personas lo abandonan todo. Se olvidan de que esto no es un "viaje novedoso", sino el primer paso en lo que bien puede ser la jornada más importante de su vida.


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